Los investigadores analizan la estructura y los diferentes componentes gustativos y aromáticos de la madera. Estos estudios se centran en:
– las ventajas del roble sésil en la crianza de los vinos y del roble pedunculado en el añejamiento de aguardientes,
– la importancia de seleccionar los árboles por su grano,
– el valor añadido de la etapa del “bousinage”,
– los parámetros del proceso de curado proactivo del roble.